Yeusvi Flores: El caso del “Príncipe Durmiente” y la importancia de nuestra voluntad

El reciente fallecimiento del príncipe saudí Al-Waleed Bin Khalid Al Saud, conocido mundialmente como el “Príncipe Durmiente”, conmovió a millones de personas.
En 2005, Al-Waleed sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que lo dejó en estado vegetativo persistente. Durante casi 20 años, su familia decidió mantenerlo con soporte vital, con la esperanza de que algún día despertaría. A lo largo de este tiempo, compartieron vídeos mostrando pequeños movimientos, interpretados como signos de esperanza.
Su historia nos invita a hacer un profundo análisis y a debatir sobre el uso prolongado del soporte vital y, especialmente, sobre la necesidad de hablar sobre la voluntad anticipada.
El soporte vital incluye todas aquellas medidas médicas utilizadas para mantener artificialmente las funciones vitales de una persona: ventilación mecánica, hidratación y nutrición artificial, medicamentos para mantener la presión, etc.
Estas intervenciones pueden salvar vidas, pero también pueden prolongar innecesariamente el sufrimiento cuando la recuperación es médicamente imposible o muy poco probable. Es en este punto donde entran conceptos fundamentales como la proporcionalidad de los tratamientos y el derecho a una muerte digna.
Voluntad Anticipada
México, desde el año 2008, cuenta con la Ley de Voluntad Anticipada, vigente en varios estados del país (incluido Yucatán), la cual reconoce el derecho de toda persona mayor de edad a decidir de forma libre, informada y por escrito qué tipo de tratamientos desea o no recibir en caso de padecer una enfermedad terminal o quedar en estado de inconsciencia irreversible.
Es a través de este documento legal, o bien en el testamento, donde podemos indicar si deseamos recibir soporte vital, expresar si queremos o no reanimación cardiopulmonar y donde podemos designar a una persona de confianza para que tome decisiones por nosotros si nuestra condición no nos permite tomar decisiones. Este documento tiene validez legal para guiar a los médicos y proteger la voluntad del paciente.
Como médicos, nuestra misión es cuidar la vida, pero también acompañar la muerte con dignidad. No se trata de “rendirnos”, sino de reconocer cuando un tratamiento deja de ser beneficioso para convertirse en algo desproporcionado o incluso doloroso.
El caso del “Príncipe Durmiente” no debe verse con juicio, sino como una oportunidad para abrir el diálogo familiar y social. Cada cultura, familia y persona tiene creencias distintas; pero todas comparten una verdad: merecemos decidir cómo queremos ser tratados hasta el final.
Les invito a informarse sobre la Ley de Voluntad Anticipada y a iniciar un diálogo con sus familias sobre sus deseos en caso de enfermedad grave así como su postura ante la donación de órganos y tejidos. Considera que, si tu familia conoce tu voluntad, estará más preparada para tomar decisiones en momentos difíciles y puedes estar seguro que les brindarás la claridad necesaria para actuar.
Vivir con dignidad también incluye saber cómo queremos partir.
Facebook, YouTube, Instagram y Tiktok: @DraYeusviFlores; página web: www.drayeus.com [email protected]
yucatan